¿Dónde naciste?

En Barcelona.

¿Dónde vives?

En Barcelona.

¿Dónde trabajas?

En dosgrapas.

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?

Empecé trabajando en la Fundación Antoni Tàpies donde, gracias a Pau Dito (jefe del departamento de publicaciones) aprendí todo lo relacionado con el mundo editorial: diseño, gestión con comerciales, control de la impresión... Si al salir de la universidad no hubiera decidido trabajar allí, hoy haría algo completamente diferente. Lo mejor es que, además de aprender todo lo relacionado con el diseño, conocí a Tàpies personalmente, vi su taller y aprendí de su obra.

Después empecé a trabajar con Judit Rigau, compartiendo muchas horas de trabajo, hasta crear dosgrapas como empresa en 2013. Más tarde se incorporó Raül Roncero al equipo y así nos abrimos a todo el mundo del diseño y programación web. Sin ellos dos y el resto del equipo (actualmente somos ocho personas) sería imposible que todo funcionara.

Al 2014, gracias a Elisava, Ferran Adrià se puso en contacto conmigo para trabajar mano a mano con él. Esta colaboración se prolongó durante dos años y una vez conocí su metodología de trabajo, hemos estado trabajando con varios proyectos hasta la actualidad. El principal proyecto que hemos hecho es el de la Bullipedia, donde maquetamos los libros que ellos editan, pero también hemos colaborado con proyectos para empresas como Disney, Lavazza, Cirque du Soleil o Grífols, entre otros.

Actualmente desde el estudio trabajamos con otros clientes como el MACBA o la Enciclopedia Catalana, intentando reproducir la relación que hemos tenido anteriormente con elBulli o la Fundación Tàpies. Entendemos que el diseñador, aunque sea externo, tiene que trabajar como un departamento más de la empresa del cliente y debe tener en cuenta desde el inicio de cada proyecto.

¿Qué es el diseño para ti?

Combinar funcionalidad y estética (a pesar de que hay otros aspectos a tener en cuenta) para resolver un encargo (personal o externo) dando como resultado objetos, espacios, comunicación gráfica, soluciones a procesos, interactivos…

¿Quién te inspira profesionalmente hablando?

Trabajar con Ferran Adrià no te deja indiferente, te hace cuestionar y replantear muchas cosas que a menudo das por sentadas. El equipo de elBulli ha sido una influencia igual o más importante, conocer cómo y qué ha aportado cada uno ha sido una inspiración. Quien ha trabajado en elBulli comparte una forma de ser y hacer que es difícil de ver en cualquier otra empresa.

De diseñadores en Barcelona, ​​Mario y Nieves Berenguer para mí son referentes dentro del diseño editorial. También me fascina el trabajo de Josep Basora y el de Martí Guixé.

¿Cómo definirías tu paso por Elisava?

Vivimos un cambio de la calle Ample en La Rambla, algo equivalente al cambio de Freehand a Illustrator. La sensación es que Elisava siempre ha sido de cambio, adaptándose al momento y renovándose cada día. Mi paso por la escuela es casi paralelo al cambio continuo de Elisava.

Tras cursar los estudios, formé parte de la junta de Elisava Alumni donde tuve una experiencia totalmente diferente a la que había vivido hasta ahora como alumno: seguir con contacto con profesionales del sector y seguir actualizado igual que como lo hace la escuela, algo que a menudo es difícil de hacer solo en el entorno laboral.

¿Qué te ha marcado más de lo aprendido en Elisava?

Siempre valoraré los conocimientos técnicos aprendidos en Elisava, así como tener un profesorado que sea un referente activo en el mundo profesional.

Un consejo

La innovación debe centrarse en aspectos tales como el proceso de fabricación, los recursos utilizados, la gestión con el cliente, el impacto social, la estrategia empresarial... Centrarnos solo en tener una idea disruptora no servirá de nada si no va acompañada del conocimiento para ejecutarla. Si además se aporta una mejora en alguno de estos aspectos, el resultado tendrá un valor añadido y mayor probabilidad de éxito. Mi consejo sería no sobrevalorar la creatividad: ejecutar una idea con éxito suele ser más difícil.